sábado, 4 de septiembre de 2010

La ética de las prácticas neoliberales en América Latina


Solamente el que puede desear la libertad, la liberación del Otro que es el pobre, desde él y no desde la totalidad, es quien realmente puede instaurar una política de justicia
Enrique Dussel


A partir de 1970, la llamada “ola neoliberal” ha arrasado con la economía de América Latina, dejando a su paso pobreza, desempleo y dependencia. Al estudiar las consecuencias del neoliberalismo en nuestro continente, se me hace imposible no considerar el problema ético que acarrean consigo, la opresión del otro, en este caso, los oprimidos somos todos, los países subdesarrollados, víctimas del neoliberalismo.
El propósito de este ensayo es demostrar, por medio de la ética que las prácticas neoliberales en América Latina no tienen como fin la justicia social sino el beneficio de un grupo minoritario. Para ello, empezaré por definir el neoliberalismo, explicar sus principios básicos y el resultado de su implementación en Latinoamérica, para luego analizar éticamente la controvertida política económica desde la perspectiva de Enrique Dussel con su obra La ética de la Liberación, J Habermas en Problemas de Legitimación en el capitalismo tardío y finalmente Max Horkheimer con su Crítica de la razón instrumental. Para finalizar formularé la propuesta que considero viable y acertada para acabar con estas políticas en los países de nuestro continente.

El Neoliberalismo y el No-desarrollo

En el imperialismo en la era Neoliberal de Gerard Dumenil y Dominique Levy los autores afirman que si bien existe el neoliberalismo como ideología, en la actualidad este define una realidad. El neoliberalismo es considerado como el nuevo curso del capitalismo a partir de los años 70 que se caracteriza, según los autores, por el resurgimiento de formas de violencia que se habrían podido considerar superadas; violencias de la economía y de la guerra.
En la ideología neoliberal se destaca las virtudes del estado y de la libre empresa, y se considera que la intervención del Estado debería ser limitada a lo estrictamente necesario. Así, en cada país que adoptó esta ideología aumentó la libertad de empresa mientras los derechos de los trabajadores retrocedieron. Sin embargo en muchos campos el poder del Estado creció; en particular en el caso de las políticas monetarias cuyo objetivo es la estabilidad de los precios, despreciando el desempleo. Así mismo se aplicaron nuevas políticas macroeconómicas o sociales que buscaron promover los mismos intereses. El neoliberalismo en el plano internacional, se trata de la mundialización de este orden mediante la eliminación de las barreras a la circulación de los bienes y capitales y la apertura de los países al capital internacional, y en particular la venta a bajo precio de las empresas públicas potencialmente rentables; la exportación de capitales, las tasas de interés elevadas y los precios bajos de las materias primas permiten transferir enormes masas de ingresos hacia los países imperialistas.
El neoliberalismo, ha estado constantemente acompañado por un proceso de dominación de todo tipo que va desde la simple imposición de la apertura de las fronteras a países con desarrollo inferior, hasta el colonialismo puro y simple, pasando por todos los procedimientos de presión y de extorsión y sus medios son la guerra y la subordinación, la aculturación y la “esclavitud” que si bien se considera un episodio del pasado, las condiciones en que viven, actualmente, las poblaciones de los países periféricos están lejos de ser envidiables.
El conjunto de esas relaciones constituye el sistema del neoliberalismo, definido por la búsqueda de beneficios en el exterior de las metrópolis capitalistas mediante métodos opresivos. Es importante recalcar que los fines del orden neoliberal no son el desarrollo de la periferia o incluso la acumulación de capital en el centro. Si no, la restauración de los ingresos y patrimonios de las fracciones superiores de las clases dominantes.

Jorge Rojas, en su artículo La Sociedad Neoliberal afirma que el neoliberalismo defiende teóricamente la libertad, sobre todo, la económica, no necesariamente la social ni la política. De esta manera el neoliberalismo paso por encima de los actores, instaló la desregulación total, las privatizaciones y se rige por las leyes de mercado; rechaza rotundamente los amarres, sean estos sociales o políticos y aboga por la libertad absoluta del capital. A su vez el neoliberalismo ha creado una sociedad de individuos dispersos que no está basada en la solidaridad colectiva, sino en la responsabilidad individual. Los ideólogos del mercado buscan la construcción de un individuo solo, aislado del resto y del todo; lo cual le conviene al capitalismo neoliberal, que practica una política agresiva de conquista del consumidor, ofreciendo una gran diversidad de productos y sobre todo enormes y múltiples facilidades de compra y pago.
Las grandes transformaciones experimentadas en Latinoamérica en las últimas décadas han producido graves problemas, los que constituyen al mismo tiempo los grandes desafíos de desarrollo. A partir de 1970, América Latina se ha ido estructurando social, política y culturalmente de acuerdo con estas transformaciones a las que el Fondo Monetario Internacional llama ajustes estructurales, ajustes que han llevado a nuestros países al crecimiento económico inequitativo y depredador al desarrollo con justicia social y sustentabilidad. Las grandes problemas con los que el neoliberalismo ha dejado a nuestro continente son la mala distribución del ingreso, la mala calidad de la educación, la baja calidad del trabajo, la falta de acceso a la salud y a la previsión social, la falta de acceso a viviendas de calidad, la disminución de la participación ciudadana en los asuntos de relevancia social, política y ambiental. Todo esto se encuentra vinculado a la agregación de valor a los bienes y a las personas. Si bien es cierto que la pobreza ha disminuido, como consecuencia de las políticas sociales y la creación de empleos, la verdad es que la estructura desigual del ingreso prácticamente se ha mantenido al mismo nivel de 1990. El neoliberalismo practicado se ha traducido en una privatización desregulada de las actividades económicas y de la vida social y con él, la omnipresencia del mercado ha reducido la vida humana a meros intercambios comerciales.
En La Ideología Neoliberal y los retos para la ética y practica del trabajo social, Christian Stark define el Neoliberalismo como un proyecto político-económico de las elites capitalistas que se basa en la economizarían de todos las aspectos de la vida, la privatización, la globalización económica y la desregularización. El termino neoliberalismo nace como un concepto económico contra el Keynesianismo.
En el neoliberalismo, todos los aspectos de la vida están sujetos a la lógica del mercado, la lógica de la optimización económica y la maximización de la utilidad individual, es decir, que incluso el individuo visto desde la luz de la lógica del mercado se transforma en capital humano.
En el orden neoliberal internacional, los países del tercer mundo deben acceder al libre comercio, mientras en Estados Unidos y Europa se aplican barreras arancelarias para los productos importados de estos países y se subsidia la agricultura.
Para el orden neoliberal, las regulaciones de salud y seguridad o de protección del medio ambiente son vistas como obstáculos para la inversión y limitantes para la libertad del mercado
Por otra parte, en el pensamiento neoliberal, la pobreza es vista como un castigo por no trabajar o por no saber triunfar en el libre mercado; y tanto el estado como las empresas están relevadas de la responsabilidad de seguir principios sociales o éticos, ya que esta es una responsabilidad exclusiva del individuo. De esta manera el desempleo masivo o dejar a personas meriendo de hambre no es visto como una falta de ayuda si no como un efecto colateral del libre mercado y es indebatible. La única responsabilidad según Milton Friedman es crear ganancias para los shareholders. Por consecuencia, el neoliberalismo hace a la victima el ofensor, ya que no se culpa a las multinacionales que no pagan impuestos y arruinan comunidades sino que a las víctimas, a los desempleados, y a todos los que acuden a la seguridad social, por la cartera publica vencida. Debido a todo esto, el concepto de reforma, que antes era asociado con un plan que buscaba la justicia social, es ahora un sinónimo de disminución del presupuesto estatal para los servicios sociales.
En resumen, la gran consecuencia del neoliberalismo es el desmantelamiento del estado de bienestar y el ahondar la brecha entre los pobres y los ricos, no solo dentro del estado sino también entre estados.
Un análisis desde la ética
Enrique Dussel, en La ética de la liberación confronta el pensamiento ético contemporáneo, utilitarista, pragmático, comunitarista; partiendo de una realidad concreta, la de América Latina. La ética de la liberación, consiste en tres principios básicos para determinar si una acción o situación es ética o no, el primero es que “se debe producir, reproducir y desarrollar la vida humana en comunidad con pretensión de universalidad”, el segundo principio dice que “no es válido aquello en lo que yo no he participado simétricamente, es decir democráticamente” y el tercero reza “no puede ser algo bueno si no es posible”. En la ética de la liberación existe un actor particular, que es la víctima. La víctima es el resultado, no esperado, de la falla del sistema vigente.
Partiendo de la misma realidad que Dussel, América Latina, podemos observar que ciertas políticas económicas están produciendo víctimas. Lo que indica que algo está fallando. Analizando el neoliberalismo desde la Ética de Liberación, hay que empezar por compararlo con el primer principio que es que la vida humana se reproduzca y se desarrolle. Si esto no sucede, dice Dussel, entonces ese sistema es éticamente perverso; el neoliberalismo no permite que la vida humana se reproduzca y se desarrolle ya que por ejemplo, en Guatemala, el 11.5% de la población vive con menos de $1.25 al día y en República Dominicana, la mortalidad infantil es de 37.5 por cada 1000, de acuerdo a los datos de la ONU. El segundo principio ético es el de la validez, dice que algo no es valido si no se ha participado simétricamente. Este principio definitivamente no se aplica para el neoliberalismo ya que según las cifras de la Red Interamericana para la democracia, los niveles de participación ciudadana en el continente son muy bajos; siendo 10 el máximo en participación, países como Brasil, Argentina y Costa Rica tienen índices de entre 3,4 y 5,8 puntos. El tercer y último principio es el de la factibilidad, es decir, si es que es posible. Si es posible según la razón instrumental, si es válido por qué participar y si es verdadero porque reproduce la vida, recién ese acto tendrá la pretensión de ser bueno o en política de ser justo y el neoliberalismo no cumple con estas características.

En Problemas de legitimación del capitalismo tardío Jurgen Habermas expone La Teoría de la Crisis la cual nace de la aproximación del autor a las teorías marxistas sobre la crisis del capitalismo industrial. El concepto de "crisis", se entiende como el punto de inflexión de un proceso fatal en el que sucumben los personajes incapaces de hacer frente al poder del destino. Frente a este modelo de crisis basado en la Naturaleza, Habermas vuelve al concepto de crisis enunciado por Marx que lo refiere como un elemento estructural de la sociedad de capitalismo. A su vez, Habermas la vincula con la Teoría de Sistemas. El sistema de sociedad puede entenderse como un sistema de sistemas sociales. Y es ahí donde Habermas afirma que se encuentran las dificultades del capitalismo, en la adaptación del individuo no sólo en su integración social, sino en la integración sistémica. Entonces, la problemática de la crisis expuesta por Habermas no se trata únicamente de las crisis exteriores al sujeto, sino especialmente de una crisis que afecta a todas las esferas de la existencia del sujeto. La Teoría de la Crisis se sintetiza en serie de contradicciones que afectan al sistema de las sociedades post-industriales. Estas contradicciones, que se pueden apreciar en el neoliberalismo son que el sistema económico no produce la cantidad requerida de valores consumibles, el sistema administrativo no aporta decisiones racionales en el grado requerido, el sistema de legitimación no produce motivaciones generalizadas también en el grado necesario, el sistema sociocultural no genera sentido motivante de la acción en el grado imprescindible y básico.
En el libro Critica de la Razón Instrumental, de Max Horkheimer, argumenta que la razón instrumental es aquella que reduce la racionalidad a la mera relación entre estrategias y objetivos, es decir, la utilización correcta de ciertos medios para alcanzar un fin en particular. En la razón instrumental no es Importante el análisis racional de los fines, no se cuestiona sobre si los objetivos que se buscan son en sí mismos razonables o no, sino que simplemente se acepta su racionalidad por ser dependiente al interés del sujeto y de la búsqueda de su auto-conservación, de esta manera, cuestiones como si el interés individual hace referencia a los intereses generales son ignorados. Horkheimer dice que estos fines son racionales en sentido subjetivo, por ello a de razón también puede ser llamada razón subjetiva. En resumen, la razón subjetiva e instrumental es aquella que convierte todo cuanto le rodea en un medio al servicio de una meta. En el neoliberalismo se aplica claramente la Razón Instrumental subjetiva, ya que se plantea como fin la acumulación de capitales, sin cuestionarse la racionalidad de ello; una vez planteado el fin, subjetivo y de unos pocos, todo el mercado, la economía y la política empiezan a ser utilizados para lograr este fin. Bajo esta lógica, los seres humanos, los países, las políticas económicas y los organismos internacionales son vistos como medios para lograr dicho fin. Es sin duda, éticamente incorrecto poner al servicio del capitalismo el esfuerzo y las vidas humanas.



Rediseñando el desarrollo económico

El planteamiento de un problema, debe tener siempre como fin, el planteamiento de nuevas propuestas para transformar la situación criticada. Es por esto que plantearé una propuesto a raíz del problema descrito, con el fin de erradicar las prácticas neoliberales en nuestro continente.
Según el Presidente ecuatoriano, Rafael Correa, las políticas neoliberales han sido instauradas en nuestros países por líderes que fueron formados en universidades estadounidenses, claro es el caso de los tecnócratas en México como Salinas de Gortari. Por consiguiente, para erradicar el problema de raíz, considero que es esencial la creación y no repetición tal como dice Dussel, de un pensamiento latinoamericano; con ello, es primordial el nacimiento de nuevas escuelas del pensamiento, verdaderas universidades que promuevan la investigación de nuestros medios. Una vez lograda la primera generación de líderes y académicos conectados con nuestra realidad, Latinoamérica debería abogar por la creación de instituciones económicas regionales que suplan el lugar de instituciones tales como el FMI y el BM, y que trabajen en pos del desarrollo latinoamericano.

A modo de conclusión

Las políticas económicas neoliberales, aprobadas en el Consenso de Washington por países desarrollados, e instauradas en nuestros países por gobernantes ya sea ingenuos o corruptos, han aumentado alarmantemente la desigualdad y la mala distribución de ingresos, y en varios puntos del continente grandes cantidades de personas sobreviven en la pobreza absoluta. Analizando esta situación, y las características básicas del neoliberalismo en comparación con la ética Enrique Dussel, J Habermas y Max Horkheimer, he concluido que dentro del sistema neoliberal no cabe la ética, y que tal como lo había planteado a forma de hipótesis al iniciar la investigación, el neoliberalismo no tiene como fin la justicia social sino el enriquecimiento de una minoría. Por ello he planteado una propuesta que si bien no es una idea del todo innovadora, es una alternativa válida, que se empieza a reflejar en el accionar de nuestros líderes latinoamericanos y que tal vez, si es puesta en práctica logre reivindicar a un pueblo que lleva siendo ese otro, esa víctima, desde hace ya más de 200 años.

Referencias
Barahona, E. (1996). Razón, verdad y crítica: momentos epistemológicos en la «Dialéctica de la Ilustración» de M. Horkheimer y W Adorno. Madrid.
Dussel, E. (1998). La resistencia ética al neoliberalismo. Recuperado el Julio de 2010, de www.correntroig.org/.../pdf/Dussel_Enrique_-_Lugar_de_la_Etica_en_el_liberalismo_y_neoliberalismo.pdf
Habermas, J. (1973). Problemas del Capitalismo Tardio. Madrid: Catedra .
Lévy Gérard y Duménil Dominique. (2004). EL IMPERIALISMO EN LA ERA NEOLIBERAL.
Rojas, J. (2006). La Sociedad Neoliberal. Sociedad Hoy , 41-72.
Stark, C. (2010). The Neoliberal Ideology and the Challenges for Social Work Ethics and Practice. Revista de asistenta sociala .

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